¿CUÁLES SON LAS FUNCIONES DE LAS FORMALETAS EN UN PROYECTO DE EDIFICACIÓN?

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RESUMEN: 

Las formaletas en un proyecto de edificación son uno de los principales factores para el rendimiento constructivo del proyecto e influyen directamente en la apariencia y calidad de la superficie de la estructura. Cuando se desea diseñar una formaleta para vaciar el concretosobre ella, se deben considerar algunos factores importantes, y dentro de las funciones que debe cumplir se destacan

Las formaletas en un proyecto de edificación son uno de los principales factores para el rendimiento constructivo del proyecto e influyen directamente en la apariencia y calidad de la superficie de la estructura. Cuando se desea diseñar una formaleta para vaciar el concretosobre ella, se deben considerar algunos factores importantes, y dentro de las funciones que debe cumplir se destacan:

Estabilidad: La formaleta debe ser un sistema estructural isostático, es decir un conjunto de piezas ensambladas que deben poseer la estabilidad suficiente para soportar, no sólo las cargas verticales derivadas del proceso constructivo del vaciado del concreto, sino también las eventuales fuerzas horizontales por ocurrencia de sismos durante el proceso constructivo. Por tal razón debe estar arriostrada y amarrada. Durante el vaciado, los operarios y el manejo de los equipos producen acciones estáticas y dinámicas que deben tomarse en cuenta para evitar el movimiento de la formaleta y su incidencia dañina sobre el concreto en estado plástico y peor aún, cuando se encuentra endurecido. El mayor cuidado que debe darse a la formaleta está relacionado con la capacidad de soporte de los elementos verticales (parales, tacos, etc) sin que se presente el fenómeno del pandeo.

Resistencia: Se trata de que la formaleta en sus unidades o en conjunto, posean la capacidad suficiente para soportar el concreto en estado plástico además de los otros recursos de materiales o mano de obra. Cada elemento del conjunto que conforma la estructura de la formaleta debe poseer la capacidad resistente que permita garantizar la estabilidad y buen comportamiento, por lo cual el peso propio del concreto y las cargas adicionales permanentes o transitorias deben ser la base de su diseño. Los elementos horizontales bajo el peso del concreto son sometidos a flexión y cortante que debe evaluarse para seleccionar la dimensión de la formaleta según su capacidad resistente.

Rigidez: Es necesario que la formaleta sea rígida, es decir, mantenga sus condiciones de estabilidad y resistencia sin que se produzcan deformaciones por causa de las cargas o de la acción hidrostática que produce el concreto en su estado plástico sobre las superficies verticales donde se encuentra contenido. No debe olvidarse la importancia de mantener la geometría de los elementos estructurales que se forman cuando en concreto se coloca y vibra sobre los moldes que conforman la formaleta. La acción de las fuerzas de empuje no debe causar distorsiones, pérdida de alineamientos o inestabilidad que posteriormente representan evidencias de mala calidad constructiva.

Uniformidad: Con el uso continuo, la formaleta se desgasta y pierde las características en su forma, continuidad y textura que se verán reflejadas en la uniformidad de las superficies y en las formas del concreto.

Apariencia: Cada día cobra más importancia la calidad del acabado de la superficie final de los elementos estructurales de concreto, por lo que se exige que la formaleta ofrezca garantías para conseguir tal condición. La deflexión máxima de materiales de fachada reflejadas en superficies de concreto expuestas a la vista debe ser 1/240 de la luz libre entre miembros estructurales. En concretos a la vista, se deben dejar los bordes biselados.

Estabilidad: Debe eliminarse cualquier movimiento de la formaleta especialmente durante el tiempo en que el concreto permanece en estado plástico de forma que se asegura la completa estabilidad del sistema, considerando además los efectos dinámicos que se presenten durante el vaciado.

Estanqueidad – Hermeticidad: Se debe garantizar que la formaleta sea hermética para impedir que el concreto se escurra y genere hormigueros al interior de la masa del elemento en consideración. Debe ser hermética y estar ajustada para impedir que el mortero se escape. Según la calidad de la formaleta así será la calidad de la estructura de concreto.

Multiusos: La calidad de la formaleta debe permitir el mayor número de usos conservando sus condiciones originales. Para este propósito, se deben establecer en obra las pautas para el manejo, uso, protección, remoción, almacenaje y cuidados que debe darse a cada elemento del conjunto. La buena calidad de los materiales se encuentra directamente relacionado con la vida útil de la formaleta.

Desmoldable: La facilidad para desencofrar la formaleta es una virtud del sistema, no sólo por el adecuado uso de materiales desmoldantes sino como de la propia configuración geométrica. El proceso de armado tiene que considerar como aporte importante la forma del desencofrado.

Manoportable: La disponibilidad de la mano de obra debe considerarse como parte del diseño de la utilización de los distintos tipos de formaletas. La facilidad de que sea manejable por los obreros favorece los rendimientos. Cuando se trata de procesos industrializados, entra en consideración la versatilidad del sistema y su movilidad mediante torre-grúa.

Textura: Según el diseño arquitectónico pueden existir factores que determinen ciertos tipos de texturas, acabados sobre la superficie o colores, especialmente para los concretos a la vista, materiales de mucha exigencia en cuanto a la calidad de la manos de obra. Debe comprenderse que por la versatilidad del concreto, son infinitas las alternativas que pueden darse en cuanto al uso de determinado tipo de formaleta y en cada caso, podrá ser de mayor consideración una, cualquiera, de las exigencias antes mencionadas.

Cargas: Para el diseño adecuado de la formaleta es preciso conocer las cargas que se presentan dentro del proceso constructivo divididas como bien se conocen: cargas vivas y cargas muertas. Para efectos de la carga muerta se debe considerar el peso propio del elemento que se va a vaciar a partir del peso del concreto estructural de 2400 kg/m3. Además, se debe incluir el peso del aligerante, aún si éste es liviano, ya sean casetones de guadua, lona, icopor, etc., y con mayor razón si se trata de materiales más pesados. El peso propio de la formaleta lo integra el peso de las camillas, vigas y tacos (30 a 80 kg/m2). La carga viva la conforma el personal y equipo necesario para el vaciado, pudiendo ser del orden entre 200 a 450 kg/m2, según las condiciones propias del procedimiento y equipo disponible. La carga horizontal a considerar debe ser un porcentaje de las anteriores del orden del 2%.

Nota aclaratoria de responsabilidad: Las observaciones contenidas en este documento son de carácter informativo y deben ser aplicadas y/o evaluadas por el constructor o usuario solamente en caso de considerarlas pertinentes. Por lo tanto, estas observaciones no comprometen a Argos, a sus filiales o a sus subordinados.

La formaleta debe ser un sistema estructural isostático, es decir un conjunto de piezas ensambladas que deben poseer la estabilidad suficiente para soportar, no sólo las cargas verticales derivadas del proceso constructivo del vaciado del concreto, sino también las eventuales fuerzas horizontales por ocurrencia de sismos durante el proceso constructivo.

CONCLUSIÓN

Las formaletas, elementos fundamentales en la construcción de edificios deben cumplir con las exigencias que requiere cada uno de los elementos que conforman el proyecto estructural, con el fin de garantizar, entre otros, durabilidad, acabado y resistencia.

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