RESUMEN:
El concreto es un material tradicional y conocido que tiene un amplio potencial de aplicaciones, siempre en constante evolución y desarrollo.

Denominado como la “piedra líquida”, el concreto presenta una gran variedad de alternativas de acabados, tanto desde la propia composición y mezcla de materiales, como desde los tratamientos que se le apliquen a su superficie.
El concreto arquitectónico es aquel que por sí mismo o por medio del tratamiento superficial que se le aplique, permite ser el protagonista del aspecto, acabado o si se quiere, personalidad de lo edificado, sin dejar de lado su función estructural. La capacitación y el conocimiento de quienes lo manipulan es fundamental. Algunas recomendaciones sobre su tratamiento tienen que ver con el diseño de formaletas, uso de desmoldantes, limpieza del concreto, entre otros.
Los acabados del concreto se clasifican en dos categorías: directos e indirectos.
Acabados directos
Entendidos como superficies no tratadas, son aquellos que son dejados tal cual después del retiro de las formaletas, lo que determina el aspecto de la superficie resultante (comprende acabados lisos, texturizados, patrones naturales, incrustaciones, maderas simuladas y las superficies acanaladas o estriadas).
Acabados lisos
Estos acabados muestran la apariencia natural del concreto, es decir, no imitan ningún otro material. Se consiguen, la mayoría de las veces, a partir de formaletas; ellas proveen al concreto fresco las condiciones necesarias para evitar o disminuir imperfecciones en la superficie. Independiente de la posición en la que se ejecute el elemento (vertical u horizontal), las formaletas deben ser rígidas, estancas, fabricadas a la medida, durables, reutilizables, fáciles de ensamblar y desensamblar.
Aunque es uno de los acabados más simples, resulta difícil obtener un acabado perfecto, en vista de que requiere de altas especificaciones en las formaletas, y los defectos en este tipo de superficie lisa son más notorios.
Ten en cuenta que:
En las superficies lisas es más difícil lograr uniformidad del color, el uso de cemento blanco mejora esta condición.
El color de las superficies lisas depende principalmente de los componentes de la mezcla con menor tamaño, como el cemento y la arena, del tipo de formaleta, de los desmoldantes y de los curadores.
Los concretos lisos son más susceptibles al agrietamiento, sobre todo cuando se usa cemento blanco, por lo que debe contarse con un diseño de mezcla apropiado que reduzca al máximo la relación agua-cemento.
Este tipo de acabado puede lograrse satisfactoriamente mediante ejecuciones verticales, horizontales y superficies inclinadas, en cualquiera que sea el material seleccionado para la fabricación de la formaleta (madera, metal, plástico, etc.)
Condiciones generales: las superficies lisas se obtienen con un acabado directo, es decir, sin ningún tratamiento adicional después del desencofrado, por lo tanto la selección del tipo de formaleta resulta vital en este tipo de acabado.
Existe una gran variedad de materiales que permiten la obtención de acabados lisos, cada uno con sus propias bondades y restricciones.
Independiente del material que se seleccione para la fabricación de formaleta, siempre se debe seguir un programa de mantenimiento, dado que en los acabados lisos cualquier imperfección de la formaleta se refleja en el concreto, deteriorando la apariencia de la superficie.
Acabados indirectos
Son aquellos concretos cuyas superficies son tratadas después del desencofrado, ya sea por medios químicos o mecánicos (comprende acabados cepillados, allanados, tratados con productos químicos, lavados con abrasivos, tratados con herramientas, tratamientos mixtos, entre otros). La posibilidad de crear una piel que hable a través de su textura, de su color está siempre presente.
La técnica del allanado o alisado, permite lograr acabados lisos mediante el uso de herramientas sencillas que aplanan y alisan el concreto después de vaciado. Es un método muy empleado en el acabado de pisos de concreto y en piezas prefab
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Nota aclaratoria de responsabilidad: Las observaciones contenidas en este documento son de carácter informativo y deben ser aplicadas y/o evaluadas por el constructor o usuario solamente en caso de considerarlas pertinentes. Por lo tanto, estas observaciones no comprometen a Argos, a sus filiales o a sus subordinados.
“Denominado como la “piedra líquida”, el concreto presenta una gran variedad de alternativas de acabados, tanto desde la propia composición y mezcla de materiales, como desde los tratamientos que se le apliquen a su superficie”.
CONCLUSIÓN
La variedad de acabados que pueden lograrse con el concreto lo convierten en un recurso versátil y adaptable a las necesidades de múltiples proyectos y profesionales.